The Merciless God of Gravity and the Organism’s Humble Reply

Resumen

La gravedad es una de las cuatro fuerzas básicas en la naturaleza. Los organismos han de adaptarse a la atracción de la gravedad. Este artículo desarrolla dos preguntas: 1. ¿En los organismos, cómo actúa la gravedad y como se maneja?2. ¿Cuales son las ventajas de la integración a la gravedad, la respuesta organísmica que hemos heredado de la naturaleza? Se revisan las aportaciones históricas de A. Lowen, P.M. Helfaer, S. Keleman e Ida Rolf, junto con aportaciones nuevas. El principio de biotensegridad se presenta como un mecanismo capaz para la regulación organísmica antigravitatoria. En el campo de la Bioenergética, hay implicaciones tanto a nivel celular como del organismo en su conjunto. ¿Cuales son las ventajas de la integración de la gravedad, en forma de biotensegridad? Las estructuras de Tensegridad en el cuerpo tienen la valiosa propiedad de la autocorrección como respuesta a la gravedad. Utilizándose como una suave y flexible respuesta, la tensegridad es capaz de integrar la gravedad como una fuente de vitalidad y de economía energética. También promueve la unidad organísmica y está relacionada con la función sanadora de la pulsación y el flujo bioenergético. Este reflexión muestra fundamentalmente un hecho crucial: Desde que los humanos se sustentan de pie, la variación en el equilibrio postural se convierte en una variable que implica una gran diferencia. La capacidad de equilibrio es un recurso que diferencia la célula individual de la persona como totalidad. Podemos pensar que incluso a nivel del Self Social, la capacidad de equilibrio es una fuente de integración y curación.